EL ORDEN DIGITAL

miércoles, 13 de junio de 2007

SUSTO EN ZONA DE PESCA POR OLA GIGANTE

Susto en zona de pesca: una ola gigante rompió los cristales de una embarcación
Puerto Deseado, (C).- Momentos de hondo dramatismo vivieron los marineros de un buque pesquero cuando el lunes una ola de siete metros hizo estallar los vidrios del puente de mando, ocasionando roturas en la timonera y en el resto de los elementos de comunicación, lo que provocó que la nave sin suministro eléctrico permaneciera varias horas a la deriva hasta ser hallada por otro buque que operaba en una zona cercana.
Se trata del buque tangonero Argenova VII, de 27 metros de eslora, que se encontraba navegando en el Golfo San Jorge, jurisdicción de la provincia de Santa Cruz con 20 tripulantes a bordo, y al momento del percance llevaba en sus bodegas 12 toneladas de langostino.
De acuerdo al relato de los marineros, el ingreso de la ola al puente se produjo cerca de las 21 del domingo, una hora después de que el buque concluyera con las maniobras de pesca. Los hombres, que cargaron las tintas sobre el capitán, comentaron a Crónica que luego de la rotura de los vidrios y la timonera se vivieron momentos extremos ya que, según aseguraron, el golpe de agua dejó prácticamente en estado de shock a casi todos los tripulantes. "Fue terrible porque inmediatamente que se produjo el golpe con la rotura de los vidrios, se inundó todo el puente y comenzó a caer agua en la cocina y en los camarotes produciéndose un corto circuito con chispazos en todo el buque que nos produjo un estado de shock ante el temor de tocar por equivocación algún cable y electrocutarnos", relató Oscar Quintana, cocinero del buque que por los sucesos presentó una denuncia ante el Ministerio de Trabajo .
En tanto Aníbal Miqueo, quien sufrió la rotura de un brazo, comentó que los únicos tripulantes que podían reaccionar se encargaron de sacar el agua con baldes del buque. "El puente estaba prácticamente inundado y el capitán no atinaba a hacer nada, estaba como fuera de sí, no nos dejaba ponernos los chalecos salvavidas y nos trataba de cobardes", indicó el hombre.
Por su parte Jonathan Armas comentó que la nave antes del golpe de agua sufrió un desperfecto en la hélice. "El primer oficial nos dijo que se había trabado la hélice, y después de unos minutos ocurrió el estallido, por lo que me da miedo de que el buque no se encuentre en condiciones óptimas", dijo.
Al consultársele sobre lo ocurrido, el capitán del Argenova VII minimizó el percance y señaló que fue algo imprevisto. "En 25 años que llevo navegando nunca ocurrió algo semejante, creo que los muchachos estaban nerviosos; sé que ahora hicieron una denuncia, pero teníamos el control del barco, eso puedo asegurarlo", remarcó.
("CRONICA", Comodoro Rivadavia)

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